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viernes, 21 de diciembre de 2012





Si se acaba el mundo,
encontrará mis ojos,
perdidos en tu voz,
mis manos,
saludando tu sombra,
mi cuerpo,
 vibrando en tu recuerdo.
Si se acaba el mundo,
encontrará mi pelo,
enredado en tus recuerdos
y tu nombre en mis labios
y mi voz en tus dedos.
Si se acaba el mundo,
habrá migas en la cama
y copas en el suelo
y sal en nuestros cuerpos,
después de la batalla.
Si mañana,
el mundo se acaba.



domingo, 16 de diciembre de 2012





Adormecido el deseo de gritar,
olvidado el rencor,
en este Diciembre,
de final y principio.
Con mis días nuevos para inventarme
y mis nuevas noches para soñarte..
Con la sed en mis labios,
de verbos nuevos,
de adjetivos y de nombres.
De un nombre,
de tu nombre.
Susurrar tu nombre al oído del viento,
tu nombre en el cielo de mi boca,
en el eco repetido del silencio,
en el hueco de una caracola.
Tu nombre sin forma, 
sin sonido, desconocido, secreto.
Tu nombre reptando mi cuerpo,
escondiéndose en mi ombligo,
donde solo tus labios,
pueden venir a recuperarlo.



sábado, 8 de diciembre de 2012





Deslizo los dedos por el teclado, 
en espera de encontrarme, 
en el negro sobre blanco,
de darme.
Apoyar los dedos,
dejar que salgan,
que penetren,
una ósmosis de palabras.
Palabras de yo confieso,
 de golpes en la frente,
de rodillas desconchadas,
de manos vacías.
Palabras de tiritas, de besos y caricias.
Tanto tiempo dedicado a pensarme,
a intuirme, a conocerme, a sorprenderme,
y a ti, y a vosotros y a ellos.
Tanta necesidad satisfecha
en dejar que me lean,
porque no se hablar,
no se callar,
no se...




martes, 4 de diciembre de 2012




Siento dolor al intentar escribir, me duele dentro,
se me agarrotan los dedos, noto como me rompo,
 me desgarro, intentando arrancar una a una,
estas marcas oscuras que sobre el papel voy dejando.
Siento los latidos de las palabras
que han ido creciendo estos últimos años, habitándome calladas.
Están en mi piel, en mis huesos,
las saco de mi cabeza y vuelven furtivas,
arrastrándose, trepándome, como invisibles parásitos.
No las alimento y las voy podando, para evitar que crezcan,
 las arranco, como tiritas, mirando hacia otro lado.
Las arrastro, las coloco, para poner distancia,
mirarlas desde fuera, decidir su futuro.
El olvido en un cuaderno,
la muerte en un tachón,
el anonimato en un blog.
Travestirlas de abominables a bellas,
de anodinas a incendiarias,
que me muestren y me escondan,
que me sanen, me acaricien, sean cobijo,
terapia, penitencia...
Hacer que se sientan cómodas,
que resbalen, que sangren, que rían,
para que no me abandonen,
 por si me miro por dentro y vuelvo a encontrarme sola.






jueves, 29 de noviembre de 2012





Desperté pensando en el mismo punto donde abandoné ayer. 
Punto de inicio, de retorno, de encuentro, de fuga, de apoyo.
Mis manos frías empujando el paisaje, más allá del horizonte, 
donde mis ojos quieren perderlo, precipitarlo al olvido.
Quiero conseguir la foto en la nada, el lienzo vacío.
Seguir la huella en la nieve, fuera del camino.
Inventar con mi hija un cuento, de final ambiguo.
Mostrar a los ojos que esperan, algo inesperado.
Esparcir las cenizas que guardé en una caja, en un cajón, en el armario, enterradas.
He despertado queriendo ser lotófago, devorar y olvidar.
Olvidar la palabra ayer, porque ayer fui ella.
Vestir el aire, con el perfume lento del vino, con el color de los besos.
Descorrer las cortinas y planchar los días,
para que sean todos como vestidos de domingo.
Nombrar de nuevo los días, con el nombre de hoy. 
Que todos sean hoy, porque hoy soy yo.




domingo, 25 de noviembre de 2012





¡Mami sepo a mar!... Al volver de vacaciones. Días de verano cambiando tebeos para intentar evitar la siesta, que mi madre y mi tía nos imponían, en el vano intento de conseguir unos momentos de tranquilidad y silencio.
Recoger piedras de colores que el mar traía y que en realidad eran trozos de cristales pulidos.
Reír hasta llorar y doler y reír. Decir basta y no querer parar, reír por todo y por nada, reír con ellos y de ellos y ellos de mi.
Guardar las propinas para libros, en vez de gastarlas en chuches.
El olor a sal y el sabor de la libertad. No teníamos miedo, eramos inconscientes y eso nos hacia libres.
Durante años, fui la única chica, luego vendrían dos mas.Ser la segunda los fines de semana y los veranos y la mayor el resto del tiempo. La pequeña ya no está, nos dejo un once de Septiembre, mi madre tampoco. También mi madre fue la pequeña
El olor a mandarinas de la Navidad. Una blusa rosa al llegar la primavera. Las rodillas moradas en el largo invierno. Odiar tanto el uniforme, que al llegar al insti, parecía que hubiese nacido en vaqueros.
El tiempo se desdibuja, como los colores en la niebla. Pasa tan rápido, como un gemido. Duele tanto como el olvido... no, duele más la indiferencia.


viernes, 23 de noviembre de 2012





Por qué es fácil quererte?
Porque llegaste ayer y estas desde siempre,
porque no te importó el barro y los escombros,
porque trajiste tiritas y una manta,
porque me sacas a la luz 
y me dejas invisible,
porque me diste un lápiz
y escuchaste mi voz,
porque me cantas en silencio
y me besas en la distancia,
porque usas silencios y palabras,
porque me siento niña en tus manos
y mujer en tus labios
 porque avivas el fuego de mi invierno,
porque me haces inclinar la cabeza con tus palabras
y cerrar los ojos con tus silencios
Porque encontraste un lugar detrás del espejo,
en la puerta de al lado
y decidiste quedarte.




jueves, 22 de noviembre de 2012





Quiero abarcar la nada que me envuelve,
en este jueves de niebla en la mirada,
de cajas amontonadas,
sobre el suelo de mi niñez.
La libertad oprime
Por qué mis perdidas vienen a pares?
No hay suficiente espacio, 
entre un dolor y el siguiente,
en este parto de generar mi vida.
Empujar los recuerdos que forman mi yo
y dejar que salgan en rítmicas contracciones,
porque empezar de cero es imposible
y tener memoria es un castigo.


viernes, 16 de noviembre de 2012





La tarde del domingo,
me senté en el canto de mi cama,
los pies descalzos apoyados en el suelo
y comencé a leer muy bajito.
Leía para ti y para mi,
y para mi sin ti.
Sintiendo tu aliento en mi nuca,
tus diestras manos.
Contándote sin te,
escuchándote decirme, sigue...
seguir sin ti.
Si no estas,
sin tú, te, ti, contigo
solo queda,
yo, me, mí, conmigo.



martes, 13 de noviembre de 2012





Lo dejé esperando fuera,
sentado en un peldaño, en el rellano.
Le dije muy bajito, espera,
vuelvo en un momento,
recojo y salgo.
Me miró con un parpadeo
de sístole y diástole.
Pensé que era mejor entrar vacía,
enfrentarme al adiós callada y hueca,
sin ese taconeo acompasado,
en mi pecho, en mi frente, en mis muñecas.
Desnudé las paredes de palabras,
recogí las miradas del balcón,
busqué bajo la cama besos y caricias,
y encontré lágrimas y suspiros en un cajón.
Me sobró maleta al recoger mi vida.
Salí despacio y cerré la puerta.
Cuando me vio,
se agarró a mi pierna y trepó a mi pecho.




domingo, 11 de noviembre de 2012





Quiero comprar el tiempo en que estuve dormida,
cuando despertar era abrir los ojos.
Tiempo de llenar cuadernos con dibujos,
de jugar con mis primos los domingos,
de calcetines de lana en noches frías,
de parar la cinta y copiar la letra.
Quiero tener ese tiempo ante mis ojos
e impedir que se marche tan deprisa,
que mañana ya es ayer.
Quiero comprar el tiempo,
de mirar a mi hija hasta quedar dormida,
de mi madre viva
y mis labios sabiendo decir te quiero.


sábado, 10 de noviembre de 2012






Los dedos ateridos,
las cerillas mojadas, 
impedían dar luz al hueco
en el que encerré mi cuerpo.
La sed, 
años de sequía endurecieron mi corteza.
Intenté tragarme el pasado,
pero se me hizo bola,
la vida me atragantaba.
Vomité los recuerdos,
como piedras golpeando las aceras,
un ruido mudo que nadie escuchó.
Liberada del peso me arrastré,
fui musgo, soy hiedra,
escribo en los bancos del parque
y en las hojas de los árboles.
Soy la rama que intenta atrapar la nube,
para que me arrastre.


viernes, 9 de noviembre de 2012






Llevo en mis ojos el color de tus besos,
en mi piel el olor de tus palabras,
en mis oídos nuestros silencios.
Me visto con tu nombre
y me desnudo en los recuerdos.
Cuelgo en el armario nuestros días,
guardo en los cajones tus correos,
lavo la ropa y tengo tu voz en los bolsillos.
Cierro la puerta con llave,
vuelvo y estas en el pasillo.
Eres un okupa,
de mi mente,
de mi vida,
de mi cuerpo.


domingo, 4 de noviembre de 2012





Entraste en mi vida despacio,
las palabras como llave.
Inventadas,
desconocidas,
las que usaste en mi cuerpo.
Palabras que abren mis ojos
y me empujan a la vida,
que los cierran 
y me llevan a ti.
Que ocupan mi boca,
se derraman por mis dedos,
se pasean por mi casa,
están en mis zapatos
y dentro de mi cama.
Me dejas sin palabras, dices,
es que soy de letras...


viernes, 26 de octubre de 2012

Tara McPherson



Recibiéndome,
permeable al susurro de mi voz,
al canto de sirenas,
al gemir de la espuma.
Ahí estas firme,
intentando resistir mis mareas,
que me dejan y te arrastran,
que sacian tu sed
de olas que traen recuerdos,
antiguos como la tierra,
nuevos...
como la tarde que rodeé tu cuerpo,
asomándome a la orilla de tu cuello,
respirando tu olor a vida,
a ropa planchada,
a fruta madura
y me quedé en un hueco
y me sequé en un beso.


martes, 23 de octubre de 2012






He salido a correr,
desbocada,
como huyendo de mi misma.
Desnuda, descalza, despojada.
Bajo la lluvia que lava la culpa,
el fracaso, el miedo.
Siento latir la sangre en mis oídos,
correr hasta que duela
o hasta que deje de doler,
hasta que te encuentre,
o te pierda.
Hasta perder el camino,
perderme de mi misma,
alejarme,
dejarme olvidada.
Volver, con las manos vacías,
despintada.
Encontrarme, 
en la huella en el barro,
mirarme en los charcos,
nueva.
Preparada para salir a mi encuentro.


domingo, 21 de octubre de 2012





Así soy,
palabras,
imágenes,
desorden,
color?
otros dirán B/W,
Me ves?
Me imaginas?
Invisible
Te quedas?
Te vas?
WTF
El comienzo,
el final,
YO


jueves, 18 de octubre de 2012

Jason de Caires Taylor 




Al final de la linea,
al borde,
en la orilla de tu vida
ahí estoy.
Llegando, dejándome, alejándome,
en la cíclica marea, 
de los días inventados.
Golpeando,
lamiendo,
rompiendo,
en el acantilado de tu cuerpo,
enredando algas y espuma
traídas de lejos.
Intentando arrastrar
pedazos de ti,
tus miradas,
tus palabras,
tus besos.
Arrancar el calor de la tierra
que forma tu cuerpo
y llevarlo tan lejos,
tan hondo.
Encerrarlo en mi mente,
para que mis ojos
del color de las algas,
no dejen de verte.


martes, 16 de octubre de 2012







Sin apenas huella, solo una ligera tibieza confirma la inmovilidad del sueño. Se apresura a cubrir el calor, en un vano intento por dar vida al lecho.
Hace la cama, ahogando el deseo de deshacerla. Deshacerla con los verbos de su boca. 
Los que auguran noches de vigilia,
       de pulso acelerado y mirada serena.
                 De la piel doliendo, del sabor salado.
                           De mirarse en los labios, 
                                     de dejar que su vientre acoja su descanso.
                                               De hacer su vida, 
                                                          de alguna manera que no sea recordando.


                                                   

sábado, 13 de octubre de 2012






El amor es lo que tiene, acuérdate,
la impaciencia, 
el yo mas sin medida.
Recorrer el camino,
sin tropiezos,
con las manos fundidas,
con los ojos del otro,
con la piel encendida,
con la esperanza lista,
con el futuro en el te quiero.
Recorrer un laberinto, 
sin paredes, ni puertas.
Acuérdate, recuerda.
Recuerdas el camino
ahora que son tus ojos,
está fría tu piel
y tus manos vacías?
Sangran tus dedos
arañando los muros,
tropiezas, caes, 
arrastras tus pasos y te quedas, 
ovillado tu cuerpo en una esquina,
esperando escuchar el verbo,
que te lleve al punto de partida.
Es lo que tiene el amor, recuerda.




miércoles, 10 de octubre de 2012






 Como algo tan hermoso podía doler tanto, pensó. Se había levantado esa mañana y todo era blanco, como ellas.
Cuando llegó, después de su larga huida, después de haber perdido todo y a todos, casi no entendía aquel lugar, con sus lagos azules como los ojos de ellas. Ellas, altas y delgadas, con sus cabellos grises y su piel blanca.
Pensó que iba a morir cuando ellas la encontraron. Su piel de arena desgarrada, hambre, sed y ese frío....... Cuidaron de ella, la alimentaron y vistieron. Le enseñaron su lengua, sus ritos; ritos de hielo y oscuridad.
Se sentía integrada, sobre todo desde aquella noche, la noche del sueño. Cuando soñó, que otros seres parecidos a ellas, habían acariciado su cuerpo. Ahora su vientre estaba hinchado, sentía la vida moverse dentro.
El dolor la atravesó, e hizo que tuviera que sentarse en el suelo. Notó un río tibio que corría entre sus piernas y gritó. Ellas se acercaron tranquilas, la rodearon y la calmaron, mientras su cuerpo parecía dispuesto a romperse. Con el último dolor gritó hasta el ahogo, mientras sentía como se vaciaba.
Sobre su cuerpo sudoroso, depositaron aquella vida que había crecido dentro de ella. Era como ellas pero diferente, con su piel blanca de hielo y el incipiente cabello gris, abrió los ojos, eran negros como los suyos. Hombre, dijeron y salieron.
Despertó agotada por el esfuerzo del parto, estaba sola ¿y su hijo? Las escuchó cantar, era distinto a todo lo que le habían enseñado hasta ahora. Era como volver a ver colores, rojos, verdes... los colores de donde ella venia. Salió afuera siguiendo las voces, llegó al lago, allí estaban ellas, alrededor, cantando y en el centro estaba su hijo, solo sobre el hielo. Comenzó a caminar, escuchaba el crujir del hielo bajo sus pies. Ellas seguían cantando, con un ritmo que teñía la superficie del lago de fantásticos colores.
Caminaba sonámbula, adormecida por los cánticos y la temperatura, un único pensamiento, su hijo. No entendía aquel ritual, abandonar a un bebe.
Llegó al centro del lago y cogió a su hijo, apenas fue capaz de darse cuenta de que las ropas estaban vacías, cuando el hielo cedió bajo sus pies. Se hundió en las frías aguas, los cantos cesaron. Se sintió arrastrada al fondo, las aguas antes azules, eran ahora negras, como sus ojos y su pelo. La oscuridad la envolvió cuando comenzó a entender.




lunes, 8 de octubre de 2012







Te comería dices,
con la lengua, suavemente.
Te comería digo,
a besos, con los dientes.
Arrancando la corteza
que en tu cuerpo ha formado,
lo que piensa la gente,
lo que dicen los padres,
los que olvidan tu nombre,
los que otorgan callando
lo no callado y dicho.
Con los dientes, a besos,
desgarrando la piel de los sentidos,
a bocados tragaría,
los deseos de verte,
los encuentros fortuitos,
los furtivos besos,
los golpes de la piel,
el crepitar de huesos.
Lamería la herida,
las lágrimas tragadas,
el miedo agazapado,
las palabras calladas,
las miradas perdidas.
El encuentro a bocados,
abocado el adiós,
para que no duela,
te devoraría.




domingo, 7 de octubre de 2012







Me corre prisa, le dije. 
Pero no obtuve respuesta. 
Llevo mucho esperando, insistí.
Me miro sin verme, como las otras veces.
La necesito ya!
Solo había que cambiar la pieza desgastada, le dije.
Sacó una caja y me la enseñó.
Allí estaba, desmontada, abollada y pasada de moda.
Se me saltaron las lagrimas cuando le grité 
¡devuélveme mi vida!


viernes, 5 de octubre de 2012






Descubro que te deseo,
en el cristal donde anotas tu vida,
tras las frases escritas con agua.
Cristal plano que refleja mi convexa mirada,
vacía, cóncava, hueca en tu ausencia.
Húmedas palabras enredadas en mi pelo,
resbalan sobre mi piel.
 Se pliega mi cuerpo al arrullo de tus dedos,
intentando retenerte, 
incontenible te derramas, escapas.
Me encierro en un charco de lágrimas,
para no morir de sed sin ti,
mi amante liquido.


jueves, 4 de octubre de 2012







Empañados mis ojos,
por nítidas imágenes,
Soy un libro sin tapas,
sin paginas,
sin letras.
Apuntadas al azar
en los muros de las calles,
frases que forman mi ser
Bésame como solo tu sabes,
Muerte al capitalismo,
Rescata la democracia,
Me duele tu nombre,
Anarquía,
Revolución.
De los muros a mis dedos,
hasta formar un graffiti.
Escribo en un posavasos,
lo que con tiza, 
escribiría sobre asfalto.


lunes, 1 de octubre de 2012






¿Quien eres?
¿Como te has quedado en mi vida?
Te miro y no te conozco,
desdibujado,
en la infinita distancia de la divergencia,
cuando medio metro es insalvable
y todo el año es invierno.
Con los sentidos dormidos,
la memoria es insuficiente.
Sin el temblor en los labios,
ya no pronuncio tu nombre,
eres este, ese, aquel,
no eres él.
Ayer te echaba de menos
y hoy te echo de mas.




viernes, 28 de septiembre de 2012






Cuando llega la noche,
tu presencia imposible,
tu ausencia tangible,
te acerca a mi sueño.
Asomado el recuerdo,
mi alma en vigilia
me arrastra a un pasado
sentido infinito,
sin tiempo medido.
Escribo en las sabanas,
son tinta mis lagrimas,
borrador de historias,
mi lecho vacío.
En mi cuerpo guardo
el torrente de palabras,
que dejaste en mi oído,
el vibrar de la piel,
en los húmedos gestos,
tu tibieza de sal,
 en mi boca,
un silencio,
 ahogado por besos
y cosidas a mis dedos,
tus miradas.


jueves, 27 de septiembre de 2012





Abotono el abrigo
de la indiferencia
y salgo a la vida.
Recorro las calles,
compro pan,
poesía,
colores de otoño,
fruta,
olores de mar,
miradas de lluvia,
sal,
el ruido callado
que hacen nuestros cuerpos.
Voy pisando charcos, 
con mis pies dormidos.
Llevo en los bolsillos,
piedras del camino
para mis tropiezos
y pequeñas ramas, 
prendo de mi pelo.
Y al volver a casa,
coloco en mi cuerpo,
lo que tu soñaste
cuando me inventaste.



miércoles, 26 de septiembre de 2012







Te imaginé como lluvia,
borrando el olvido, 
limpiando de polvo,
el camino hasta mi.
Te necesité como lluvia,
que lamiera los surcos,
que formó mi cuerpo, 
 geoda de piel.
Llegaste como lluvia, 
ahogando el rencor, 
abriéndome,
nutriéndome,
de nuevo expuesta,
suplicante, 
ávida,
dispuesta a engendrar.
Te quedaste como lluvia,
mansa y constante,
saciando,
llenando mis venas.
 Fluyendo por mi piel,
tus dedos,
pintando la vida.
Te iras como lluvia,
formando torrentes, 
que arrastren al mar,
frases de mi vida,
suspiros,
gemidos,
a ti.   





lunes, 24 de septiembre de 2012







¿Que haces con los besos que te mando? pregunto él. Los guardo en una caja, junto a las tiritas, solo para verdaderos casos de emergencia, dije yo. 
No deberías, me dijo, los besos hay que gastarlos, hay que usarlos como todo lo bueno, porque si no, se estropean. 
Y desde aquel momento empecé a usarlos. 
Al principio los ponía cerquita del corazón, pero con el tiempo los fui poniendo en los sitios donde quería que él los dejara. 
Dibujé un camino por mi cuerpo, de tiritas, de besos, de él.


domingo, 23 de septiembre de 2012





Hoy siento latir,
tu corazón en mi espalda.
Tras la indiferencia,
entorné los ojos,
con desesperanza,
encerré el alma
olvidada y gris,
plegando la piel.
Deshabitada ayer
se vende,
se alquila,
amueblada de susurros,
restaurada con palabras,
con miradas,
recién pintada.