Deslizo los dedos por el teclado,
en espera de encontrarme,
en el negro sobre blanco,
de darme.
Apoyar los dedos,
dejar que salgan,
que penetren,
una ósmosis de palabras.
Palabras de yo confieso,
de golpes en la frente,
de rodillas desconchadas,
de manos vacías.
Palabras de tiritas, de besos y caricias.
Tanto tiempo dedicado a pensarme,
a intuirme, a conocerme, a sorprenderme,
y a ti, y a vosotros y a ellos.
Tanta necesidad satisfecha
en dejar que me lean,
porque no se hablar,
no se callar,
no se...
callar o hablar? la cuestión real es saber que estas y existes y eso es algo que llega
ResponderEliminarUn mar de pasiones en un mundo apasionado y lleno se Si/Nos.
ResponderEliminarCanon