Pliego el sudario en el que envuelvo
las noches y los días,
te pienso,
limpio,
cocino.
Salgo a tu encuentro
camino en círculos,
en cuadrados,
desando para no volver,
de puntillas te alcanzo
y voy dejándome en tu cuerpo
como el agua entre las rocas
Interesantes relatos.
ResponderEliminarEsperamos mas.
Canon.