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lunes, 25 de febrero de 2013





Me gusta el mar y no la playa,
porque quiero contarle a las olas,.
secretos de espuma,
porque susurra a mi oído,
palabras de África o Finlandia,
traídas en gotas.

Me gusta el mar y no la playa,
porque huele a mareas de abstemio,
a despedidas en el puerto,
a lágrimas de arena y rocas.

No me gusta la playa,
enterrada en multicolor tapiz
de piel y lonas.
Con el rumor de las olas
ahogado en conversaciones vanas,
con olor a coco y zanahoria,
sin memoria.

No me gusta la playa,
los restos del naufragio,
cementerio, sepulcro,
donde van a morir las olas,
las ballenas, 
los castillos de arena,
la luna.

Me gusta el mar,
que arrastra miradas,
que acuna la soledad,
que calla y ahoga
en sus brazos de algas,
lo que dicen las bocas.



sábado, 23 de febrero de 2013





Siento mi piel salpicada de escarcha,
que se forma en el silencio de tus palabras.
Siento como se clava,
como alfileres en el borde de mi falda.
Me atraviesa,
pone mis uñas moradas 
y deja gris mi mirada.
En las frías mañanas,
el viento riza,
la soledad que me acompaña.
El anuncio de tu llegada,
inunda mis ojos,
de bosques de cuento de hadas.
Desayuno poemas
y mojo mis ganas,
en el café de tus miradas.
Solo el silencio,
que ocupa tu boca tras mi suplica,
me calma.



viernes, 22 de febrero de 2013





Hacia calor en la habitación. El ventilador del techo giraba lentamente, como si el aire pesara demasiado. Aire húmedo y cálido del monzón, con un olor acre, que se agarraba a la garganta, era como respirar en una pecera sucia. Aire cargado del sudor generado por sus cuerpos, sudor que pegaba su piel a las sábanas amarillas, arrugadas y acartonadas. Seguían sudando incluso ahora que yacían inmóviles. Sobre todo él, su enorme cuerpo que parecía de plomo, que minutos antes parecía una vieja máquina desengrasada. Jadeando desacompasadamente, con su cara purpura, sus grandes manos de dedos gordos sobandola. Se levantó de la cama y caminó despacio hasta el baño. Entró en la bañera desconchada y dejó que el agua corriera por su cuerpo. Miró sus pequeños pies de niña. Se vistió sin secarse, no merecía la pena, fuera llovía como si se fuese a acabar el mundo. Al salir del baño, se miró en el espejo, en su cuello empezaban a notarse unos círculos morados. Salió a la habitación, cogió los arrugados billetes que había en la mesilla y salió sin dirigir ni una mirada a la enorme mole que roncaba en la cama.




miércoles, 20 de febrero de 2013





Escondido entre los arboles,
como un reflejo de sol.
quedó el deseo.
Una vez satisfecho,
se arrastro por la ventana,
llevándose los besos de sal,
que cubrían mi cuerpo.
Las risas de vino,
el ruido de copas.
Con el eco de un perro ladrando,
de pasos en el pasillo,
del agua en las piedras del río.
Se marchó llevándose,
la música a otra parte.




viernes, 15 de febrero de 2013





He puesto mis sentimientos en una caja,
están ahí,
en el estante alto del armario.
Esperando...
como galletas a un niño.
Esperando...
que les hinquen el diente.





martes, 5 de febrero de 2013


Para M. A y N


Un latido en el comienzo,
al principio,
un latido con galletas,
con columpios,
con exámenes.
Un latido acompasado,
en el eco del otro.
En las risas
y en las lágrimas.
Porque juntos,
eran mucho mas que dos.
En la guerra de la vida
se susurraron palabras,
que aceleraban el ritmo.
y otras que dejaban,
su pulso invisible.
A mitad del camino,
no pudo mirarse
en sus ojos cerrados
y apenas oía,
un trote cansado.
 Deja de luchar le dijo
y esperó a su lado,
hasta que su pecho,
se quedó callado.





viernes, 1 de febrero de 2013





Tengo puestas en un hilo,
un montón de palabras,
casi nuevas, poco usadas.
Esperando a que tu pases,
y coserlas en tu sombra
y dejar que las arrastres.
Las pasees por la calle
y las lleves hasta tu casa.
Que queden allí,
enredadas en las patas de los muebles.
Que se unan con las palabras,
que anidan en tu memoria.
Las que nunca has pronunciado
y las que dices en mi oído.
Las que robas de tus labios
y pones por escrito.
Cuando tengas suficientes,
voy a tejer un jersey,
para que mi boca esté,
pegada sobre tu piel.