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jueves, 29 de noviembre de 2012





Desperté pensando en el mismo punto donde abandoné ayer. 
Punto de inicio, de retorno, de encuentro, de fuga, de apoyo.
Mis manos frías empujando el paisaje, más allá del horizonte, 
donde mis ojos quieren perderlo, precipitarlo al olvido.
Quiero conseguir la foto en la nada, el lienzo vacío.
Seguir la huella en la nieve, fuera del camino.
Inventar con mi hija un cuento, de final ambiguo.
Mostrar a los ojos que esperan, algo inesperado.
Esparcir las cenizas que guardé en una caja, en un cajón, en el armario, enterradas.
He despertado queriendo ser lotófago, devorar y olvidar.
Olvidar la palabra ayer, porque ayer fui ella.
Vestir el aire, con el perfume lento del vino, con el color de los besos.
Descorrer las cortinas y planchar los días,
para que sean todos como vestidos de domingo.
Nombrar de nuevo los días, con el nombre de hoy. 
Que todos sean hoy, porque hoy soy yo.




domingo, 25 de noviembre de 2012





¡Mami sepo a mar!... Al volver de vacaciones. Días de verano cambiando tebeos para intentar evitar la siesta, que mi madre y mi tía nos imponían, en el vano intento de conseguir unos momentos de tranquilidad y silencio.
Recoger piedras de colores que el mar traía y que en realidad eran trozos de cristales pulidos.
Reír hasta llorar y doler y reír. Decir basta y no querer parar, reír por todo y por nada, reír con ellos y de ellos y ellos de mi.
Guardar las propinas para libros, en vez de gastarlas en chuches.
El olor a sal y el sabor de la libertad. No teníamos miedo, eramos inconscientes y eso nos hacia libres.
Durante años, fui la única chica, luego vendrían dos mas.Ser la segunda los fines de semana y los veranos y la mayor el resto del tiempo. La pequeña ya no está, nos dejo un once de Septiembre, mi madre tampoco. También mi madre fue la pequeña
El olor a mandarinas de la Navidad. Una blusa rosa al llegar la primavera. Las rodillas moradas en el largo invierno. Odiar tanto el uniforme, que al llegar al insti, parecía que hubiese nacido en vaqueros.
El tiempo se desdibuja, como los colores en la niebla. Pasa tan rápido, como un gemido. Duele tanto como el olvido... no, duele más la indiferencia.


viernes, 23 de noviembre de 2012





Por qué es fácil quererte?
Porque llegaste ayer y estas desde siempre,
porque no te importó el barro y los escombros,
porque trajiste tiritas y una manta,
porque me sacas a la luz 
y me dejas invisible,
porque me diste un lápiz
y escuchaste mi voz,
porque me cantas en silencio
y me besas en la distancia,
porque usas silencios y palabras,
porque me siento niña en tus manos
y mujer en tus labios
 porque avivas el fuego de mi invierno,
porque me haces inclinar la cabeza con tus palabras
y cerrar los ojos con tus silencios
Porque encontraste un lugar detrás del espejo,
en la puerta de al lado
y decidiste quedarte.




jueves, 22 de noviembre de 2012





Quiero abarcar la nada que me envuelve,
en este jueves de niebla en la mirada,
de cajas amontonadas,
sobre el suelo de mi niñez.
La libertad oprime
Por qué mis perdidas vienen a pares?
No hay suficiente espacio, 
entre un dolor y el siguiente,
en este parto de generar mi vida.
Empujar los recuerdos que forman mi yo
y dejar que salgan en rítmicas contracciones,
porque empezar de cero es imposible
y tener memoria es un castigo.


viernes, 16 de noviembre de 2012





La tarde del domingo,
me senté en el canto de mi cama,
los pies descalzos apoyados en el suelo
y comencé a leer muy bajito.
Leía para ti y para mi,
y para mi sin ti.
Sintiendo tu aliento en mi nuca,
tus diestras manos.
Contándote sin te,
escuchándote decirme, sigue...
seguir sin ti.
Si no estas,
sin tú, te, ti, contigo
solo queda,
yo, me, mí, conmigo.



martes, 13 de noviembre de 2012





Lo dejé esperando fuera,
sentado en un peldaño, en el rellano.
Le dije muy bajito, espera,
vuelvo en un momento,
recojo y salgo.
Me miró con un parpadeo
de sístole y diástole.
Pensé que era mejor entrar vacía,
enfrentarme al adiós callada y hueca,
sin ese taconeo acompasado,
en mi pecho, en mi frente, en mis muñecas.
Desnudé las paredes de palabras,
recogí las miradas del balcón,
busqué bajo la cama besos y caricias,
y encontré lágrimas y suspiros en un cajón.
Me sobró maleta al recoger mi vida.
Salí despacio y cerré la puerta.
Cuando me vio,
se agarró a mi pierna y trepó a mi pecho.




domingo, 11 de noviembre de 2012





Quiero comprar el tiempo en que estuve dormida,
cuando despertar era abrir los ojos.
Tiempo de llenar cuadernos con dibujos,
de jugar con mis primos los domingos,
de calcetines de lana en noches frías,
de parar la cinta y copiar la letra.
Quiero tener ese tiempo ante mis ojos
e impedir que se marche tan deprisa,
que mañana ya es ayer.
Quiero comprar el tiempo,
de mirar a mi hija hasta quedar dormida,
de mi madre viva
y mis labios sabiendo decir te quiero.


sábado, 10 de noviembre de 2012






Los dedos ateridos,
las cerillas mojadas, 
impedían dar luz al hueco
en el que encerré mi cuerpo.
La sed, 
años de sequía endurecieron mi corteza.
Intenté tragarme el pasado,
pero se me hizo bola,
la vida me atragantaba.
Vomité los recuerdos,
como piedras golpeando las aceras,
un ruido mudo que nadie escuchó.
Liberada del peso me arrastré,
fui musgo, soy hiedra,
escribo en los bancos del parque
y en las hojas de los árboles.
Soy la rama que intenta atrapar la nube,
para que me arrastre.


viernes, 9 de noviembre de 2012






Llevo en mis ojos el color de tus besos,
en mi piel el olor de tus palabras,
en mis oídos nuestros silencios.
Me visto con tu nombre
y me desnudo en los recuerdos.
Cuelgo en el armario nuestros días,
guardo en los cajones tus correos,
lavo la ropa y tengo tu voz en los bolsillos.
Cierro la puerta con llave,
vuelvo y estas en el pasillo.
Eres un okupa,
de mi mente,
de mi vida,
de mi cuerpo.


domingo, 4 de noviembre de 2012





Entraste en mi vida despacio,
las palabras como llave.
Inventadas,
desconocidas,
las que usaste en mi cuerpo.
Palabras que abren mis ojos
y me empujan a la vida,
que los cierran 
y me llevan a ti.
Que ocupan mi boca,
se derraman por mis dedos,
se pasean por mi casa,
están en mis zapatos
y dentro de mi cama.
Me dejas sin palabras, dices,
es que soy de letras...